En una soleada mañana, Fabo, el curioso gatito, paseaba por el huerto disfrutando del aroma fresco de las plantas y las flores. De repente, algo llamó su atención: un misterioso agujero en el suelo que no había visto antes. Intrigado, Fabo se acercó con cautela, moviendo sus bigotes curiosamente mientras inspeccionaba el hallazgo. «¡Fabi, ven a ver esto!» llamó Fabo a su amigo perrito, que estaba encantado masticando una zanahoria.

Fabi, siempre emocionado por una nueva aventura, corrió alegremente hacia Fabo. «¡Guau, Fabo! ¡Eso es un agujero enorme! ¿Qué crees que habrá ahí dentro?» preguntó Fabi, moviendo su cola con entusiasmo. Ambos amigos se asomaron al agujero, pero estaba tan oscuro que no podían ver qué había en su interior. «¿Deberíamos investigarlo?» sugirió Fabo con un destello de emoción en sus ojos verdes.

Decididos a explorar, Fabi y Fabo buscaron sus linternas de aventuras y comenzaron a bajar por el agujero con cuidado. A medida que se adentraban, descubrieron un túnel secreto lleno de pequeñas raíces y tierra suave. «¡Mira, Fabi! Parece un pasadizo hacia un mundo subterráneo», exclamó Fabo mientras avanzaban. Pronto llegaron a una pequeña cueva iluminada por un rayo de sol que se filtraba desde arriba, donde encontraron una familia de conejitos inesperadamente.

Los conejitos curiosearon a los nuevos visitantes sin miedo y, al ver que eran amigables, comenzaron a jugar con ellos. Fabi y Fabo se quedaron un rato, disfrutando de esta mágica compañía. Comprendieron que el misterioso agujero era la entrada a la casita de los conejitos, un nuevo grupo de amigos en su amado huerto. Después de prometer volver pronto para más aventuras, Fabi y Fabo regresaron a la superficie, felices de haber descubierto un rincón secreto y más amigos en su colorido mundo. Y así, su amistad con los conejitos comenzó, añadiendo más alegría y diversión a sus días en el Mundo de Fablab Xtrene.