Claro, aquí tienes el segundo cuento de la serie:

En el Mundo de Fablab Xtrene, el pequeño y colorido huerto siempre estaba lleno de vida y alegría. Pero un día, mientras el perrito Fabi y el gatito Fabo jugaban al escondite entre las hileras de verduras, se dieron cuenta de que una lechuga que antes era verde y brillante, ahora parecía triste y marchita. «Oh no, Fabi, mira a nuestra amiga lechuga», exclamó Fabo con preocupación. Fabi asintió, sintiendo que debían hacer algo para ayudarla.

Sin perder tiempo, Fabi, con su nariz siempre atenta, olfateó en busca de una solución. Pronto notó que la tierra alrededor de la lechuga estaba seca. «¡Fabo, necesita agua!», ladró Fabi con entusiasmo. Fabo, quien era muy ingenioso, recordó que cerca del huerto había un pequeño estanque. Juntos, diseñaron un plan: buscarían una forma de llevar agua desde el estanque hasta la lechuga.

Fabi consiguió una pequeña regadera, mientras que Fabo, con su agilidad felina, trepó por las ramas de un árbol cercano y usó una cuerda para ayudar a bajar la regadera suavemente. Con trabajo en equipo, llenaron la regadera en el estanque y con mucho cuidado, llevaron el agua hasta la sedienta lechuga. Poco a poco, al sentir el agua fresca, la planta comenzó a recuperar su color verde brillante.

Fabi y Fabo se sintieron felices al ver cómo su amiga lechuga recuperaba su alegría. «¡Lo logramos, Fabi!», exclamó Fabo mientras su colita se movía con emoción. Fabi ladró de felicidad, y juntos prometieron cuidar siempre del huerto, para que todos sus amigos crecieran fuertes y saludables. Y así, una vez más, con amor y trabajo en equipo, Fabi y Fabo demostraron que podían superar cualquier reto.